Historia

Fundación

La fundación de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco en el año 1861 marca un hito importante en la historia cultural y educativa de la región. Su establecimiento se llevó a cabo mediante el título quinto del Plan General de Enseñanza, a través de un decreto emitido por el Gobernador del Estado, Pedro Ogazón. La biblioteca se formó a partir de la consolidación de diversos acervos que pertenecían a instituciones educativas y religiosas de la época.


Las colecciones que conformaron el primer acervo de la biblioteca provenían del Instituto de Estudios Profesionales del Estado, del Colegio Seminario Tridentino del Señor San José, el Colegio de niñas de San Diego y varios conventos que ya habían sido extintos para esa época: San Francisco, San Agustín, San Felipe, Santo Domingo, Nuestra Señora del Carmen, Nuestra Señora de la Merced, Belén y del Colegio Apostólico de Nuestra Señora de Zapopan. La incorporación de estas colecciones a la biblioteca no solo representó la consolidación de una nueva institución cultural en Jalisco, sino también justificó puesta a disposición del público de valiosos materiales provenientes de diversas fuentes religiosas de la época contribuyendo no sólo a disponer de una nueva forma de acceso al conocimiento, sino que también justificó la preservación de parte del patrimonio cultural y documental de la región.


A lo largo de los años, la Biblioteca Pública ha ido evolucionando y ha enfrentado desafíos, pero su fundación estableció las bases para su papel crucial como guardiana del conocimiento y de la historia de la región. La diversidad de colecciones que la constituyeron refleja la riqueza cultural y educativa que ha sido parte integral de la identidad de Jalisco a lo largo del tiempo.

El primer director fue el señor Ignacio Acal de 1861 hasta 1863, quien inició con los trabajos de clasificación y organización de los materiales, le sucedió José María Vigil en 1872. Debido a los arduos trabajos en la Biblioteca Pública, aunado a lo convulsionado del siglo XIX, esta se inauguró hasta el 18 de diciembre de 1874 durante el gobierno del licenciado Ignacio L. Vallarta, siendo su director Diego Baz, la Biblioteca puso a disposición de sus usuarios veinte mil volúmenes.

En 1925 pasó a formar parte de la Universidad de Guadalajara, el gobernador José Guadalupe Zuno Hernández decretó el 15 de septiembre en lo relativo a la Ley Orgánica de la Universidad de Guadalajara que la Biblioteca Pública sería, de esa fecha en adelante, una de las instituciones que formarían parte de la Universidad tomando una función de apoyo y fomento a la cultura. Primero formó parte del Instituto de Bibliotecas, posteriormente de la Coordinación de Bibliotecas y a partir de 2009 del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH)
 

Primera Sede

La historia de las sedes de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco refleja su evolución a lo largo de los años, con cambios de ubicación que respondieron a necesidades de espacio y adecuación. A continuación, se describen las principales sedes:


1.    Antiguo Seminario de Guadalajara (hasta 1891): La primera sede de la Biblioteca estuvo en la planta alta del antiguo Seminario de Guadalajara, que posteriormente fue el Liceo de Varones y actualmente es el Museo Regional de Guadalajara. La biblioteca ocupa este espacio hasta el 30 de marzo de 1891, cuando cerró sus puertas para trasladarse a un espacio más adecuado en el mismo edificio.
2.    Calle Hidalgo y Pino Suárez (1891-1894): Después de su cierre temporal, la biblioteca reabrió el 1 de enero de 1894 en una nueva ubicación, esta vez en la parte baja del edificio entre las calles Hidalgo y Pino Suárez hasta 1975.
3.    Avenida 16 de septiembre núm. 849 (1975 en adelante): La tercera sede de la Biblioteca Pública fue inaugurada en febrero de 1959 en la avenida 16 de septiembre núm. 849. Sin embargo, aunque la inauguración formal tuvo lugar en 1959, no fue hasta inicios del año 1975 que la biblioteca inició operaciones en estas nuevas instalaciones.


José Cornejo Franco, director de la biblioteca en ese periodo, desempeñó un papel crucial al insistir en acondicionar y remodelar adecuadamente las nuevas instalaciones para garantizar la seguridad y conservación de los acervos. Este enfoque en la preservación y seguridad de los materiales refleja el compromiso de la biblioteca con el cuidado y mantenimiento de su valioso patrimonio cultural.


A través de estas diferentes sedes, la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco ha buscado adaptarse a las necesidades cambiantes de espacio y conservación, asegurando que sus instalaciones sean adecuadas para ofrecer servicios de calidad a la comunidad a lo largo de los años.

 

Nombramiento Juan José Arreola

La evolución de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco continuó en el nuevo milenio con cambios significativos en su nomenclatura y ubicación:


1.   Nombramiento "Juan José Arreola" (2001): En 2001, el Consejo General Universitario aprobó cambiar el nombre de la biblioteca pública a "Juan José Arreola" en memoria de este destacado escritor mexicano que fue director de la biblioteca  entre 1991-2001, reconociendo la contribución de Arreola a la institución durante su gestión.
2.   Traslado por problemas estructurales (2004): En 2004, debido a problemas estructurales del edificio original, los acervos bibliográficos y la hemeroteca contemporánea se trasladaron a la avenida Alcalde núm. 130, ubicada a un costado de Palacio Municipal permitiendo preservar los materiales en un entorno más seguro y adecuado.
3.   Fondo Antiguo y nueva sede (2011): En esta etapa de la biblioteca, iniciada el 3 de mayo de 2011, tanto el fondo histórico como el contemporáneo fueron trasladados a un nuevo edificio del Centro Cultural de la Universidad de Guadalajara, situado en Periférico Norte Manuel Gómez Morín no. 1695. Este cambio de sede proporcionó instalaciones más modernas y adecuadas para la preservación y acceso a los acervos.


Estos cambios reflejan el compromiso continuo de la Biblioteca Pública "Juan José Arreola" con la adaptación y mejora constante para cumplir con los estándares de preservación y proporcionar servicios de calidad a la comunidad. El traslado a una sede más moderna en el Centro Cultural de la Universidad de Guadalajara marcó un hito en la evolución de la biblioteca, asegurando un ambiente propicio para la conservación y difusión del patrimonio documental.