Adultos mayores buscan su autonomía tecnológica

TEXTO: Mariana González / FOTOS: Abraham Aréchiga

No importa la edad. La tecnología siempre puede ser accesible para todas las personas. Sólo hace falta un poco de paciencia y muchas ganas de aprender desde cero y paso a paso. 

Las personas adultas mayores que están en el Programa de Adulto en Plenitud (PAP) de la Biblioteca Pública del Estado de Jalisco Juan José Arreola lo saben. Aprender a usar una computadora, su celular y las aplicaciones que puede haber en él les ha dado autonomía tecnológica, un concepto que a los más jóvenes les podría parecer sencillo, pero que cuando se tienen más de 60, no es fácil aplicar. 

Los talleres son accesibles y de fácil comprensión para todas las personas. Con grupos pequeños, las y los profesores se dedican a explicar paso por paso cómo descargar y abrir una aplicación, cómo registrarse, subir imágenes o videos, cómo generar un correo electrónico que les ayude con otros procesos relacionados con citas médicas y registros bancarios. 

Sin importar qué tipo de sistema operativo tenga el celular, el profesor aclara las dudas de manera personalizada. Además de las explicaciones, las y los adultos mayores se llevan unas guías impresas con la explicación que tomaron en clase para poder replicar las instrucciones en casa.

Francisco Javier Sanz García, coordinador de la biblioteca contemporánea, de la Biblioteca Pública del Estado y maestro del PAP, señaló que ofrecer estos cursos a personas adultas mayores marca un antes y un después ya que ellos comprenden la importancia de tener un celular o manejar una computadora para realizar sus actividades del día a día y también entretenerse. 

“Han encontrado una justificación para utilizarlo, la necesidad de usarlo se ha activado dentro de ellos, entienden que un celular es importante más allá de que puedas comunicarte vía telefónica con alguien o mandar un mensaje, porque es una herramienta para una transferencia, un pago o un cargo en el banco o hacer una cita en el IMSS”, señaló.

Cualquier persona puede tener acceso a estos talleres que son abiertos cada semestre. El costo es simbólico y en un sólo pago. Mayores informes en el teléfono 333 836 4530 ext. 22143.

Jorge Pacheco Cuevas

Tiene 72 años y toma clases de cómputo, de smartphone e inglés desde hace dos semestres, motivado por el desconocimiento y temor que sentía hacia las múltiples aplicaciones y los mensajes que le llegan a su pantalla.

“En el teléfono celular hay muchas cosas que no se dominan ampliamente y ahorita con el temor de que hay mucha gente que sus conocimientos no los utilizan muy positivamente, uno tiene el miedo de lo que hace, si aprieto un botón incorrecto, si me van a quitar información o me van a robar, si meto mi información del banco, porque el celular es una herramienta de todos los días y no dominarla al 100% hace que me dé temor”, explicó. 

Estar en estos talleres le ha ayudado a no depender de sus nietos, hijas o hijos para entender algunos de los procesos de su smartphone, saber utilizarlo sin temor y sacarle provecho.

“Tengo cinco nietos y recurro a ellos para que me ayuden, es natural, uno ya no es el mismo y sentimos que nos bloqueamos, no tanto porque seamos incapaces, sino por cuestión natural, ahorita ya soy un poco más independiente y no necesito que ellos me estén asesorando, esto me está dando mucha autonomía, pero para mí este programa es algo sinceramente fabuloso y lo estoy aprovechando al máximo”, dijo.

María del Carmen Ávalos

Tiene 73 años y está inscrita en los talleres del programa. Como a casi todas las personas, la pandemia por Covid-19 la obligó a usar dispositivos electrónicos que aprendió a manejar de manera incipiente para comunicarse con sus familiares.

El semestre pasado ingresó al PAP donde aprendió a sacarle jugo a estos aparatos, no sólo para comunicarse, sino para hacer más fácil su vida cotidiana. 

“En las clases que eran por zoom ni siquiera sabía cómo, entonces con ayuda de mi hijo empecé a saber cómo moverle ahí y tomar mis clases, el teléfono sí lo sé utilizar, pero no tanto por tantas aplicaciones que hay ahora, pero aquí tenemos hasta esa oportunidad, porque hay clases de computación, de smartphone, de cosas que los adultos mayores desconocíamos”, indicó.

Estar en estos talleres le ha ayudado a aprender además inglés, baile y fisioterapia, pero principalmente la reunió con personas que, como ella, buscan alternativas para emplear sus largos tiempos libres. 

“Tengo nuevos amigos, conocí a otras personas, los talleres que tomo son de mi interés y en este lugar tan lleno de cultura, de un acervo enorme que hay aquí, es precioso y estoy agradecida con las autoridades, porque pensar en cosas del interés de los adultos mayores es ideal”, señaló.

Yesmin Saab

Coordinadora del PAP, señaló que los talleres despiertan cada vez más el interés de las personas adultas mayores por un mundo que les parecía desconocido y que ahora comienza a tener sentido.

“Se acercan a nosotros con una gran avidez de conocerlo. Unas de las clases más favorecidas han sido la del manejo del smartphone, la de computación, porque quieren conocer el dominio de los dispositivos. Yo los veo que cada día se manejan con mayor fluidez, con más seguridad, con más tranquilidad y generan muchas preguntas a los maestros”, expresó.

La especialista en educación aseguró que las personas adultas mayores están aún en capacidad para aprender y desarrollar habilidades, de lo contrario se sienten segregadas y abandonadas, con los problemas emocionales que esto conlleva. 

“Sí se sienten ellos segregados al no tener los conocimientos para el manejo de los dispositivos. Tenemos que ser muy conscientes que aún están en una etapa de su vida en la que pueden aprender muchas cosas y esto les generará mayor comunicación entre sus familias, entre la sociedad en general, entre sus amistades y además que no se queden atrás en la vida cotidiana que va avanzando muy rápidamente”, concluyó.