Combatir la discriminación hacia las personas ciegas, en la sociedad
Combatiendo la discriminación hacia las personas con discapacidad visual en la sociedad
La discriminación consiste en tratar a alguien de manera desigual, injusta y desfavorable, basándose en características como la raza, el género, la religión, la discapacidad, la orientación sexual, entre otras. Es negar a una persona los mismos derechos, oportunidades y trato que reciben los demás, simplemente por pertenecer a un grupo específico.
Para erradicar la discriminación hacia las personas con discapacidad visual, es fundamental aceptar, integrar y, sobre todo, derribar las barreras que impiden construir una sociedad inclusiva y justa para todos. La principal barrera es precisamente la discriminación; y para eliminarla, primero debemos conocerla y entenderla.
¿Por qué se discrimina a las personas ciegas?
Las causas pueden ser diversas: desconocimiento, miedo a lo diferente, prejuicios, estigmas sobre la ceguera o simplemente una falta de empatía. Todos estos factores han contribuido históricamente al rechazo y la exclusión social de las personas ciegas.
Quienes vivimos con ceguera queremos romper estas barreras con información e integración. Para lograrlo, es necesario hacernos visibles, presentarnos y mostrar quiénes somos realmente. Esto solo será posible cuando a la sociedad le llegue la información correcta, y así podamos demostrar que nuestras capacidades no están limitadas por nuestra ceguera, sino por una sociedad que aún no está preparada para incluirnos plenamente.
La ceguera no es nuestra barrera. La barrera es una sociedad que nos excluye, nos limita y nos impide crecer.
Es momento de trabajar juntos discapacidad visual y sociedad, para lograr un mundo que sea tolerante, empático, accesible, justo con igualdad de oportunidades para todos.
Educación e información: claves para la inclusión
El cambio debe empezar desde la educación.
Propongo, implementar un plan escolar en la educación básica (primaria y secundaria), que incluya talleres de sensibilización sobre las distintas discapacidades, en especial la discapacidad visual. Esto ayudaría a concientizar a los alumnos, acerca de la capacidad y habilidad de las personas ciegas, para que comprendan y respeten nuestras experiencias desde temprana edad.
Un ejemplo, es realizar una práctica con el bastón blanco, en las escuelas, tanto públicas como privadas, donde los estudiantes usen un bastón blanco y un antifaz para experimentar cómo es caminar sin ver. Esta vivencia puede ser muy poderosa para generar conciencia sobre el respeto hacia las personas ciegas y la importancia del bastón blanco.
Pero no se trata solo de sensibilizar para que comprendan nuestras limitaciones, sino de mostrar las habilidades y talentos que poseemos. Si desde la educación básica promovemos el conocimiento real sobre la discapacidad visual, se eliminarán los prejuicios que surgen del desconocimiento y el miedo.
Con la información adecuada, será posible integrarnos plenamente en todos los ámbitos: educativo, cultural, social y laboral. Con herramientas accesibles, podemos participar como cualquier otra persona.
También propongo, campañas publicitarias en televisión, redes sociales y medios masivos, que muestren a personas ciegas desarrollándose con éxito en diversas áreas, promoviendo mensajes inclusivos y normalizando el uso del bastón blanco, el sistema Braille, guías podotáctiles, entre otros recursos esenciales para nuestra movilidad y autonomía.
Capacitación y accesibilidad
Es crucial capacitar al personal educativo de escuelas públicas y privadas en accesibilidad y herramientas inclusivas. Esto les permitirá trabajar con alumnos ciegos, de la misma forma que con los alumnos que ven, pero con material accesible, para integrarlos en todas las actividades escolares. El cambio empieza en la educación.
Igualmente, se debe capacitar al personal de salud para que su atención sea inclusiva, por ejemplo, entregando indicaciones médicas en sistema Braille. Lo mismo aplica para el personal de atención al público en instituciones gubernamentales y privadas, quienes deben estar preparados para brindar una atención adecuada con accesibilidad, a personas con distintas discapacidades, cuando necesiten realizar un trámite.
Instalar guías podotáctiles, placas en Braille y sintetizadores de voz en elevadores es un gran paso. Pero si no se informa a la sociedad sobre su importancia, no se generará respeto ni empatía. La información es la base para lograr la inclusión.
Derribando mitos sobre la discapacidad visual
Una sociedad verdaderamente inclusiva debe comenzar por eliminar los mitos que han frenado nuestro avance:
Mito 1: “Las personas ciegas tienen menor capacidad intelectual”.
Falso. Podemos aprender escuchando y utilizando nuestra excelente memoria, libre de distractores visuales. Muchas personas ciegas se destacan como abogados, profesores, historiadores, psicólogos, músicos, artistas, actores y más.
Un ejemplo de ello, es Andrea Bocelli cantante de Ópera músico, compositor y productor musical italiano.
Jorge Luis Borges el cual fue, escritor, poeta y ensayista argentino, autor del libro Ensayo sobre la ceguera.
Ray Charles fue un pianista, cantante, compositor y director de banda estadounidense.
El actor y comediante mexicano Alexis Arroyo protagonista de la serie Ojitos de Huevo.
El abogado mexicano Alfonso Hayyim Flores Barrera, a pesar de su ceguera, abrió su despacho de abogado durante la pandemia y logró un caso histórico que demostró un acto de discriminación contra un niño con síndrome de Down.
Ricardo Tadeu Fonseca, quien también es ciego, se dedicó a la defensa de causas sociales y fue reconocido como el primer juez ciego de Brasil y el segundo a nivel mundial, superando las barreras impuestas por su discapacidad en el sistema judicial.
Estos son algunos ejemplos de personas ciegas que continuaron con sus sueños, porque la ceguera no limita el intelecto de las personas, pero en ocasiones la sociedad, sí trata de minimizarlo.
La discapacidad visual no es un impedimento para alcanzar el éxito profesional.
Mito 2: “Las personas ciegas no pueden hacer nada sin ayuda”.
Falso. Hoy en día contamos con muchas herramientas accesibles que nos permiten ser autónomos: cocinamos, leemos, trabajamos, viajamos, formamos familias y llevamos una vida plena. Pedimos ayuda solo cuando es necesario, como cualquier otra persona.
Mito 3: “Las personas ciegas no pueden bañarse o vestirse solas”.
También falso. Usamos nuestros otros sentidos, especialmente el tacto, para realizar todas nuestras actividades diarias. Solo usamos una técnica distinta, pero con el mismo objetivo: vivir con autonomía y plenitud.
Mito 4: “La ceguera se contagia”.
Completamente falso. La ceguera no es una enfermedad, ni un virus; es una condición de vida. Puede ser de nacimiento, provocada por una enfermedad como la diabetes, o de origen genético. Acércate sin miedo: no hay ningún riesgo de contagio.
Mito 5: “¿Las personas ciegas pueden leer y escribir?”
¡Claro que sí! Usamos el sistema Braille y tecnologías adaptadas como lectores de pantalla para acceder a la información. Podemos estudiar todos los niveles educativos y participar plenamente en la vida académica y profesional.
La ceguera no nos limita, la sociedad sí
Ahora que sabes un poco más sobre la discapacidad visual, te invito a derribar las barreras construidas por el desconocimiento y los prejuicios. Al conocer de cerca a una persona ciega, descubrirás sus talentos, capacidades y una nueva manera de ver el mundo.
La inclusión es posible. Solo debemos informar, sensibilizar y educar desde el respeto y la empatía.
Para empatizar con las personas ciegas, pregúntate, si yo fuera una persona
ciega, ¿cómo me gustaría que me tratarán?
Te comparto un video de sensibilización:
📽️ Así es la vida de una persona ciega en México
“La información correcta acerca de la discapacidad visual es un puente hacia la integración inclusiva de las personas ciegas en la sociedad.”
Redacción: Ana María Sandoval Álvarez
Colaboradora del Área de Tiflotecnia
Biblioteca Pública del Estado de Jalisco “Juan José Arreola”
Universidad de Guadalajara